¿Somos lo que hacemos?
Si te definís desde lo que hacés… puede que estés en un problema, y acá te cuento porqué.
“Sacate la camiseta (del trabajo que hacés). Ese es el secreto. Si no podés, estás dejando encerrado tu potencial”. Steve Magness
Por Dani Dini
Muchos años de mi vida viví desde el paradigma del ‘somos lo que hacemos’, donde el trabajo y mi actividad diaria me identificaban.
Pero me llevó tiempo darme cuenta que eso de definirme desde mi actividad, tenía un costo muy alto.
Es que nunca ejercí una sola cosa, fui armando mi profesión uniendo varias, sin encajar en sistemas tradicionales ni hacer el recorrido esperable de ascenso en una especialización.
Eso me llevó, tiempo después, a reflexionar sobre el punto de que identificarnos sólo desde nuestra actividad, es peligroso, especialmente cuando las cosas no salen como esperamos. Es que, si el trabajo no funciona cómo lo imagino, si no me va cómo espero, o peor aún, si algo sale mal, entonces… ¿quién soy?
En mi caso, además -y quizá te identifiques-, mi trabajo lo ocupaba todo y estaba siempre primero.
Los otros planos de mi vida, tenían que encajar en lo que lo anterior dejaba. El problema con esa forma de pensar es que el trabajo no va a dejar huecos libres, sino que ocupará todo el lugar que le des y que haya disponible.
Por supuesto que pasamos mucho tiempo de nuestra vida trabajando y por eso creo que nuestra profesión tiene que estimularnos, desafiarnos, gustarnos y mantenernos motivados y en crecimiento.
Pero también podemos encontrar esa pulsión en otros dominios de nuestra vida. Si nuestro trabajo lo ocupa todo y no le damos espacio en nuestra vida y nuestra rutina cotidiana a esas actividades que nos hacen bien y que también forman parte de quienes somos, inevitablemente vamos a llegar al burnout.
Diseñá tu vida, no solo tu carrera.
Esta forma de ver el trabajo también nos lleva a pedirle un montón a lo que hacemos, lo que desemboca en grandes insatisfacciones.
Por eso, la idea que quiero proponerte es que dejes de esperar que tu trabajo te represente -y te lo de todo- y tomes las riendas para diseñar la vida que querés, entendiendo que no somos un sólo dominio -en este caso, el laboral-, sino que estamos compuestos por múltiples áreas que hacen a nuestra identidad en un sentido más amplio.
Ser protagonista de tu vida es más esfuerzo que inspiración.
Vivir desde el paradigma de tener una vida de diseño es entender que podemos calibrar cada partecita de nosotros mismos, y al hacerlo, tenemos la capacidad de crear la vida que queremos. Somos autores de nuestra propia historia, y esta frase está lejos del cliché: no es todo color de rosas ni un ‘creás lo que querés’.
Es una mirada que requiere esfuerzo, sacrificio y ejercitar la resiliencia una y mil veces.
Saber mirarte desde muchos ángulos -tus relaciones, tus finanzas, el vínculo que tenés con tu bienestar, tu tiempo libre, entre otros, donde el trabajo es sólo uno-, es el primer paso.
Tu fortaleza está en tener muchas versiones de vos.
El autor y coach norteamericano Steve Magness dice que hacer de nuestro trabajo lo único que nos define, nos hace frágiles, mientras que tener definidos otros aspectos de la vida y de vos mismo, te enriquece y permite sortear mejor las tormentas.
Y la ciencia lo demuestra: cuanto más complejidad llevamos a nuestra vida y a nosotros mismos, más persistentes, estables y resilientes somos.
Nuestro cerebro apaga la amenaza al darse cuenta que hay valor en distintos frentes, no sólo en uno.
Cuando tenemos claridad sobre quiénes somos y qué es importante, enfrentamos los desafíos.
Sabiendo aún que si fallamos, no será el fin del mundo. Eso nos libera para tomar riesgos.
Es un ‘jugar para ganar’ en lugar de ‘jugar para no perder’, dice Magness en su libro ‘Win the Inside Game‘.
Y cierra, ‘somos nosotros los que tenemos que definir por lo que valemos. No dejes ese poder en manos de algo o alguien más’.
Tu valor no está en una sola parte, sino en el todo.
En definitiva, no somos valiosos por lo que hacemos en un sólo área de nuestras vidas, sino por cómo diseñamos esa vida que queremos vivir y cuánto nos hacemos cargo de cada uno de los dominios que la componen.
No olvides que el trabajo es una parte de muchas.