El impacto del cowork en la forma en que nos relacionamos
Para celebrar el Día del Trabajo, reflexionamos sobre los beneficios de la flexibilidad y la importancia de la comunidad en el desarrollo de la vida laboral.
Por Sofía Montaldo
El tiempo y el espacio que le dedicamos al trabajo ocupa gran parte de nuestras vidas, volviéndose un lugar en el que no sólo entablamos vínculos profesionales, sino que también, nos conectamos desde un lado social, generando amistades y nuevos horizontes de proyectos.
En este sentido, nos interesa abrir la pregunta para repensar las nuevas modalidades en las que nos desarrollamos profesionalmente, lo que nos permite abrir el abanico y explorar otros formatos que anteriormente parecían utópicos o lejanos. Pero que, gracias a los avances tecnológicos y a los eventos históricos que nos tocaron transitar, como la pandemia, estos cambios se dieron a un ritmo tan acelerado que cuesta divisar lo que se viene.
Lo que sí podemos notar como denominador común es que la flexibilidad laboral llegó para quedarse. El home office se convirtió en un requisito al momento de buscar nuevas oportunidades de trabajo, se resignificó el valor del tiempo que le dedicamos a las tareas, las distancias de traslados, se replanteó la necesidad de movilidad y se optimizaron muchos procesos.
Pero las ganas de compartir un espacio y estar en contacto con otras personas sigue siendo algo real y muchas veces, necesario. Ya sea para concretar proyectos de trabajo en equipo o para compartir un momento de distensión, el encuentro resulta enriquecedor. Hay algo muy interesante que surge al trabajar junto con otras personas: la posibilidad de establecer conexiones valiosas, aprender nuevas habilidades, nutrirnos de otras perspectivas y aprovechar nuevas oportunidades de crecimiento. Este tipo de sinergia puede dar lugar a soluciones innovadoras, una mayor productividad y un entorno de trabajo más dinámico.
Los espacios coworking funcionan como escenario de encuentro para que startups, emprendedores y pequeñas empresas se puedan nuclear en un entorno que nutra sus posibilidades de crecimiento y facilite el contacto con otros proyectos habilitando la posibilidad de que se sumen a sus objetivos en conjunto.
En La Maquinita creemos en la idea de formar comunidad y compartimos valores que facilitan la creación de conexiones valiosas en donde se genera una gran red de profesionales e ideas que mejoran día a día nuestro entorno y el mundo del trabajo significativamente.
Le preguntamos a la comunidad de Vilo, qué cree que es lo mejor de trabajar en un espacio de coworking y esto fue lo que nos contestaron:
-‘’Tuve la oportunidad de conocer más gente de mi ámbito y no solo ampliar mi lista de contactos si no también generar nuevas amistades”. (Axel Quinteros – Uali)
–”Generé ideas que no hubieran nacido estando solo en mi casa”. (Pablo Alanís – Freelancer)
-”Me suma un montón la posibilidad de tener una cocina y un espacio para distraerme y compartir, también para no gastar tiempo ocupándome de cosas que La Maqui ofrece en sus espacios”. (Ezequiel Brdichevsky – The molecula)
En definitiva, el contacto humano y la comunicación nos demuestran lo fructífero que puede ser generar redes en las que apoyarse, ya sea para relajar la mente, despertar la creatividad, encontrar proyectos en común o simplemente compartir una cerveza y en La Maquinita estamos muy felices de ser facilitadores de todo esto 🙂