Se va terminando este 2025 y no quiero proponerte ni grandes balances ni hacer un recuento de logros, ni meditaciones para soltar el año que se va, o darle la bienvenida a lo nuevo. Quiero hacerte un recordatorio que me hago a mi misma todos los años, y para eso, contarte una pequeña historia. 

Cuando era chica, con mi abuela Nelly teníamos un ritual. Cómo ella vivía en Bahía Blanca, nos venía a visitar algunas veces al año con mi abuelo, y generalmente para esta época, viajábamos con mi familia para pasar Navidad con ellos.

Lo que siempre se repetía, acá o allá, eran sus regalos: libros. Con cada viaje de ella o mío, se iba agrandando mi biblioteca y mi pasión por la lectura, por viajar a otros mundos a través de los títulos que elegía para darnos a mi hermana y a mi, en cada reencuentro. Elsa Bornemann, Poldy Bird, la colección Escalofríos o Pan Flauta, y los famosos “Elige tu propia aventura”, mis favoritos por muchas razones.

No había un solo final, sino muchos posibles; estaban escritos en primera persona; y me daban la chance de ser protagonista y resolver casos misteriosos, viajar en el tiempo o a ciudades desconocidas. Pero lo más emocionante era decidir yo como darle final o continuidad a la historia.

En la contratapa decían lo siguiente: “¿Qué sucede después? Depende de la elección que hagas. ¿Cómo termina la aventura? Sólo TÚ puedes descubrirlo. Lo más interesante es que puedes leer y releer para tener no una, sino muchas increíbles experiencias”.

Ahora que los releo, unos cuántos años después, pienso que sería una buena contratapa de un libro de “Instrucciones para la vida”, y que acá hay un mensaje: siempre podemos elegir.

Deseo que nunca nos olvidemos de esto, de ese libre albedrío que está en nosotros y que, más allá del contexto y las circunstancias, siempre nos da la chance de decidir cómo queremos afrontar lo que es. 

Nos deseo también que este 2026 sea más un jugar a ver dónde las elecciones nos llevan, y que podamos vivirlo sabiendo que siempre podemos dar vuelta la página y elegir nuestra propia aventura.