Ocean Uprise: juventud, creatividad y acción por los océanos
La red global de jóvenes activistas de Parley for the Oceans llegó a Argentina con un programa que inspiró, conectó y transformó a una nueva generación comprometida con el futuro del planeta.
En La Maquinita encontraron un espacio donde la innovación y la comunidad potenciaron proyectos únicos que van desde limpiezas de playas hasta podcasts y talleres creativos.
Por Marlene Azicri
¿Qué los motivó a traer este programa a Argentina y cómo fue la experiencia de implementarlo localmente?
Nos motivó la necesidad de acercar a la juventud argentina a un movimiento global que conecta activismo, creatividad y acción por los océanos.
Creemos que en Argentina hay un enorme potencial en jóvenes con ganas de generar cambios, pero faltaban espacios de formación y comunidad que los acompañen.
Implementarlo localmente fue un desafío enriquecedor: adaptamos un programa global a nuestra cultura y realidades, y descubrimos una energía transformadora en los participantes que superó nuestras expectativas.
¿Qué encontraron en La Maquinita que hizo sentido para llevar adelante una iniciativa como esta?
Encontramos un espacio donde la innovación, la colaboración y la creatividad son parte de la identidad.
La Maquinita nos brindó un ambiente ideal para que los jóvenes se sientan inspirados y puedan trabajar sus proyectos con libertad, rodeados de una comunidad emprendedora que también está generando impacto desde distintos lugares.
¿Qué momentos o actividades sienten que fueron más transformadores para los jóvenes que participaron?
Los encuentros con referentes invitados, que compartieron sus experiencias y mostraron que es posible generar cambios desde distintos caminos, fueron muy inspiradores.
También los espacios de intercambio entre ellos mismos: cuando empezaron a compartir sus propias historias, desafíos y sueños, se generó un sentido de comunidad muy fuerte.
¿Qué proyectos, iniciativas o ideas empezaron a tomar forma a partir de esta edición en Argentina?
Varias ideas comenzaron a gestarse, desde proyectos de educación ambiental en escuelas, charlas sobre plástico y océanos, un mapa interactivo para conocer distintas iniciativas que buscan proteger los océanos, un podcast, un documental, eventos como una carrera de 5k libre de plásticos, limpieza de playas con meditación océanica y taller de upcycling, taller de cestería ribereña.
Lo más valioso fue ver cómo cada participante encontró su forma única de accionar, alineando sus pasiones y talentos con la causa.
¿Qué rol creen que tienen en la búsqueda de soluciones para la crisis ambiental?
Creemos que son herramientas fundamentales. La crisis ambiental es el desafío más complejo de nuestra era y no se resolverá con soluciones tradicionales.
Necesitamos nuevas miradas, ideas disruptivas y mucha creatividad para transformar hábitos, diseñar alternativas sostenibles y comunicar de formas que realmente movilicen a la sociedad.
La innovación y la creatividad son las que permiten transformar la indignación en acción concreta y duradera.